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   Zarama (Basura en castellano), el grupo de Santurtzi que empezó como un simple proyecto en los 80 y que en sus comienzos contó incluso con una miembro femenina, pero que poco a poco fue teniendo actuaciones y constatando que tenía mucho recorrido por delante, puede que haya llegado al final del camino.

 

   Han pasado por diferentes etapas. En un principio, eran un grupo de punk rock que reunía dinero como podía pero, a medida que pasaban los años, fueron perfeccionándose y ampliando su abanico musical hasta acabar siendo un grupo de pop rock con diferentes influencias (Rolling Stones, Doctor Feelgood, Santana, la salsa en general y el rock setentero). No se supo nada de ellos en 12 años, desde 1995 hasta 2007 que fue cuando se produjo su reaparición, aunque parece ser que solo han conseguido sumar ocho a sus quince años de carrera.

El más que posible fin de Zarama

  Roberto Moso, vocalista de Zarama, ha notado el parón del grupo sobretodo en los ensayos y en las diferencias que suelen surgir en los grupos de música entre los integrantes. Han pasado de ensayar dos o tres veces por semana o de ensayos de dos o tres horas a no ensayar nada. “Lo más difícil es mantener el equilibrio en las relaciones porque la tendencia habitual es que los egos pesen mucho. Que si uno cree toca mejor, que si otro cree que mete más horas... Siempre hay tentaciones, igual otro grupo te "tira los tejos" porque ven que tocas muy bien y te vas un poco con ellos y los otros se ponen celosos… son muy típicas esas cosas” asegura Moso.

  El panorama musical en el País Vasco ha evolucionado mucho en las últimas décadas: “Yo creo que respecto a cuando nosotros empezamos ha mejorado mucho. Ahora muchos ayuntamientos invierten dinero en locales de ensayo para grupos, cosa que antes era impensable porque estaba peor visto el rock y ningún ayuntamiento quería perder votos a cuenta de eso. Ahora, en cambio, ya parece que hay otra visión y de ese tipo de iniciativas han surgido grupos como Berri Txarrak o Gatibu que ahora tienen un apoyo masivo del público. Para que el rock local mejore, animo desde aquí a que ayuntamientos, diputaciones e iniciativa privada apuesten más por él ya que se ha demostrado que tiene muchos seguidores” explica Moso.

 

    Según Magali Moso, hija del vocalista, "deberíamos criarnos o crecer con más música, que la cultura permitiese escucharla por todas las esquinas". Endika Palacios, fiel fan de Zarama y natural de Santurtzi, opina que la gente tiene miedo de apostar por la música. "Es verdad que es muy difícil destacar en ese mundo pero yo creo que si tienes pasión por algo tienes que luchar y apostar por ello. Aun así, entiendo que la gente tenga miedo ya que, por fenómenos como la piratería, la gente no deja gran cantidad de dinero en el sector" explica Palacios.

 

    Precisamente, otro tema de debate actualmente en el mundo de la música es el de la piratería, Roberto Moso opina que al final a quien beneficia fundamentalmente es a las grandes multinacionales porque son las pequeñas cajas de discos las que tienen que dejar de invertir en el rock local y ya no es un negocio ni siquiera para sobrevivir. Por otro lado, están los portales como Itunes o Spotify que pertenecen a corporaciones importantes y sí tienen negocio. “De la misma manera que los taxis exigen que se paralicen las iniciativas piratas de competencia desleal también se debería perseguir la competencia desleal de la piratería” concluye el vocalista.

 

   Por otro lado, el punto de vista de la gran mayoría de consumidores coincidirá con la de Endika Palacios: "Tengo que admitir que yo no suelo gastar mucho dinero en discos, a no ser que sea muy fan de algún grupo en concreto, pero sé que está mal y entorpece al sector musical".

 

     "Yo sí que pago más que otras personas por los discos porque creo que hay que valorar el esfuerzo que conlleva componer. Mi aita, por ejemplo, gastaba todos sus ahorros en discos y eran súper caros. La verdad es que las discográficas ganaban muchísimo diner0 por la pasión que sentía la gente por la música, por eso mismo la piratería es un fenómeno que no me sorprende" explica Magali.

“Lo más difícil es mantener el equilibrio en las relaciones porque la tendencia habitual es que los egos pesen mucho."

  Según el vocalista: "Ahora mismo estamos pensando en dejarlo… Sí, la verdad es que es muy difícil cuando ya tienes que compatibilizar el grupo con el trabajo. Ernesto, por ejemplo, tiene un trabajo que le obliga a estar todo el día recorriendo las carreteras de España y es imposible ensayar con él y como tampoco tenemos especial interés en andar haciendo cambios, porque a estas alturas tampoco merece la pena, pues de momento estamos parados".

   A pesar del momento que está atravesando Zarama, Roberto Moso asegura que aunque no sepa lo que va a pasar, se queda con muchos buenos recuerdos: “Muchos están relacionados con amigos que se han quedado por el camino, pero bueno, en general ha sido una experiencia muy  buena. Recuerdo que la primera vez que tocamos fue en un concurso que organizaba Radio Juventud de Eibar. Fue un desastre, quedamos los últimos, pero lo pasamos muy bien, la verdad es que son cosas que solo te atreves a hacer cuando eres muy joven. Otros buenos recuerdos son todas aquellas veces que tocamos en Iparralde porque siempre se portaban muy bien con nosotros, era muy “cómodo”.”

 

    Si algo es seguro, es que Zarama ha sido un ejemplo a seguir y un orgullo para muchos. A pesar de que se separen definitivamente, siempre quedará su música. "Me siento muy orgullosa de él porque el hecho de conseguir todo lo que han conseguido de una pura afición es increíble; en tus ratitos libres poder tocar, pasarlo bien con tus amigos y además hacer dinero de eso es simplemente genial" asegura Magali. "La verdad es que este grupo me trae grandes recuerdos, es de los pocos que he visto tantas veces en directo y desde muy joven. Además, para mí significa mucho que uno de los primeros grupos que se atrevieron a cantar en euskera surgiera en mi pueblo de toda la vida" confiesa Palacios.

 

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